PRODUZCA SUS PROPIAS HEMBRAS
Original en inglés escrito por Tell
Muhlestein. Aparecido en la pag WEB Canary Tales de Linda Hogan http://www.geocities.com/Heartland/Valley/6364/ Traducido y adaptado por Ángel Rodríguez
Cardeña.
Está bien que el principiante compre el mejor macho que
pueda permitirse, un ejemplar con los giros principales (Hohlroll y Knorre)
excepcionales y también debe obtener hembras de la misma línea, y del mismo
criador, que el macho. No debe haber faltas ni defectos físicos o fisiológicos
pues eliminarlos puede llevar mucho tiempo y esfuerzo ya que hay que introducir sangre nueva apropiada.
Ciertas faltas en el canto no son para descalificar al pájaro, pero los Wasser
duros y los malos Gluck son especialmente difíciles de controlar y eliminar, ya
que los pollos cuando los oyen casi siempre los incorporan a su canto. Las
flautas agudas y las campanillas (Bell) altas también pueden ser aprendidas
pero no son difíciles de controlar en el proceso de cría y además pueden servir
para mejorar el tono ya que tienen tendencia a mejorar y eliminar los sonidos
nasales y a dar claridad a los diversos giros sobre todo cuando se ha estado
mucho tiempo trabajando para conseguir giros muy profundos. Uno debe tener
pájaros limpios, de dicción clara para
evitar sonidos nasales, incluso si la canción en general se vuelve un poco
menos grave.
Puesto
que la hembra lleva solamente un cromosoma X, el cual heredó de su padre, puede
pasar a sus hijos las características de su canción (la de su abuelo), mientras
que es más probable que sus hijas hereden la canción de su padre y no la de su
abuelo. Cuando se comienza se debe procurar que las hembras hayan tenido un
padre o una abuelo excepcional. Cuando se tiene un buen macho ya se sabe que
sus hijas pueden pasar a sus descendientes muchos rasgos de la canción de su
padre. Es fácil seleccionar un buen macho como reproductor porque se escucha su
canción. La hembra es siempre la desconocida, especialmente para el
principiante que no sabe su ascendencia y debe confiar en la palabra del
criador al que se la compra. Incluso el criador no puede estar totalmente
seguro de sus hembras, cualquiera puede llevar un gran potencial de canto para
criar el mejor canario o puede ser un “desierto” y dar los peores cantores.
Denier dijo: “Siempre se debe intentar saber lo que las hembras pueden
producir”. Este es un consejo sano.
Por
supuesto que ningún criador puede quedarse con todas sus hembras para
probarlas, el debe quedarse con algunas y deshacerse de las otras. De vez en
cuando uno tiene una hembra pequeña que le parece que no puede dar hijos de
calidad ni ser buena madre. Luego resulta que alguna de esas hembras nos da una
descendencia excepcional que permanece durante generaciones en nuestro criadero
y nos sirve para hacer una línea de canto propia. Tales ejemplares, tanto
machos como hembras, que transmiten a su descendencia cualidades excepcionales,
y que por tanto son dominantes para dichas cualidades, bien valen su peso en
oro.
Así
pues, se debe comenzar con el mejor
macho que se pueda obtener y guardar todas sus hijas. Si la línea de donde
proceden no es demasiado consanguínea se pueden cruzar las hijas con el padre y
los hijos con la madre. Hay que tener cuidado con la consanguinidad, cuando
aparecen los lisiados, la infertilidad, el plumaje estropeado, la falta de
volumen en la canción... hay que introducir sangre nueva de refresco.
Normalmente el criador del que proceden nuestros canarios tendrá ejemplares de
nuestra misma línea que nos aportan el refresco apropiado y que además nos
puede servir para comenzar con una nueva sangre. Es realmente imposible obtener
los ejemplares de refresco apropiados fuera de la línea con la que hemos estado criando ya que todos los pájaros
se relacionan entre sí más o menos directamente; pero hay que tener especial
cuidado con las líneas de canto que se han dirigido descuidadamente y en las
que aparecen el Wasser duro o el Gluck malo.
Muchos
criadores incurren en la equivocación de guardar ejemplares porque son
descendientes de buenos canarios o
proceden de criadores famosos por la calidad de sus ejemplares actuales, pero
no saben nada de cómo eran sus canarios hace algunos años o cuales eran los
ascendientes de ese buen canario.
No
hay que incurrir en el error de adquirir ejemplares de muchos criadores y
cruzarlos entre sí con la esperanza de que salgan buenos ejemplares. Lo más
probable es que el resultado sea un fracaso. Si se tiene un buen ejemplar con
una clara dicción y un buen tono, hay que procurar guardar sus descendientes
(especialmente hijas) para que después de varias generaciones haber fijado las características de clara dicción y
buen tono de la canción en todos los ejemplares. Muchos criadores principiantes,
y muchos criadores principales en sus comienzos, inician su cría con un buen
ejemplar y sólo obtienen resultados mediocres los primeros años pero han
conservado las hembras para ver con cuales obtienen los mejores resultados.
Normalmente es preciso esperar varias generaciones (2 ó 3 e incluso hasta 4)
para obtener unos resultados satisfactorios. Esto puede llevar más tiempo que
el que desearía el criador novel, pero no se puede ir rápidamente hacia arriba.
Recuerde: Roma no se hizo en una hora.
Comentarios de Linda Hogan.
Me
gusta este artículo de Tell Muhlestein. No le conozco personalmente pero tiene
puntos muy interesantes. Realmente la hembra es tan importante como el macho en
la cría.
Mi
plan básico de crianza es echar un macho que sea muy bueno en Knorre con una
hembra cuyo padre sea muy bueno en Hohlroll
o viceversa y volver hacia atrás cruzando hermanastros, crío en
consanguinidad alrededor de 1/8.
Yo
no apareo padre con hija o madre con hijo porque creo que el estaba hablando de
utilizar un macho superior para introducir su sonido dominante de modo que sus
descendientes pudieran proseguir con el sonido paterno durante bastante tiempo.
Cuando era novata comencé criando padre/hija y madre/hijo y al cabo de dos años
sólo tenía agua dura y “chatarra”. Realmente yo no tenía pájaros de calidad
para empezar de esa manera con ellos. La
canción era ya débil en Hohlroll y con la cría en consanguinidad se reforzó la
parte peor de la canción. No estoy segura de que hiciese bien la cría con esos
pájaros, pero como no tenía los ingredientes básicos creo que aunque hiciera
los cruces adecuados no hubiese tenido tiempo en mi vida para poder mejorar
aquellos canarios. Estoy contenta de aquella situación porque me enseño
claramente cuales eran los problemas. Tenía claro lo que quería y lo único que
debía hacer era encontrar el camino adecuado para llegar a esa meta. Pero no es
tan simple porque no sólo tenemos los genes que regulan el canto en el
cromosoma X del sexo, sino que también están en otros cromosomas. Es difícil
conseguir la colaboración de todos los genes para conseguir un canto de
calidad, y la principal dificultad está en que no sabemos cuales son esos genes
ni en que cromosomas están. A esta dificultad se puede añadir otra, que los
genes sean recesivos, como parece que ocurre con el gen, o genes, que regula el
Schockel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario