viernes, 5 de mayo de 2017

      Ni más a punto
 Fernando de Juan Vicente
 
            Interesante artículo publicado en la antigua revista "El Canario Roller" y del que es autor Fernando de Juan Vicente.
 
           A mediados de Julio nos llegó a todos los miembros de la lista del canario Roller, un correo de Gonzalo Vergara, comentando que de las segundas nidadas de sus parejas, casi siempre obtenía los mejores canarios. En alguna otra ocasión también había escuchado comentar algo parecido, creo que fue a José Expósito, no estoy seguro. El caso es que me picó la curiosidad y me puse a comprobar en mi fichero la fecha de nacimiento de los mejores machos en los diez últimos años y, ”héteme aquí”, que, efectivamente, había obtenido más del 80% nacidos, a mediados de Mayo y primeros de Junio.
           Al correo de Gonzalo Vergara, le contesté más o menos lo anteriormente expuesto, diciéndole que investigaría sobre el tema. Como tengo la suerte de tener una Bióloga en la familia, aunque no es su especialidad la ornitología, se lo pregunté. Después de algunos comentarios y sin llegar a nada categórico, ella creía que podían ser esas fechas el momento más idóneo para el óptimo desarrollo de la cría debido al clima primaveral y así se quedó la cosa.
Hace unos días vino mi hija a casa y me dijo, “te traigo una sorpresa, he comprado recientemente un libro de Biopsicología y ojeándolo he encontrado un comentario que puede que responda en parte a lo que me preguntabas el otro día”, Desarrollo del Canto de los pájaros.
          A continuación transcribo el artículo que aparece en la 4ª edición del libro titulado BIOPSICOLOGIA de P. J. Pirel editado por Prentice Hall, DESARROLLO DEL CANTO DE LOS PAJAROS.
          En Primavera, los trinos de los pájaros machos amenazan a los congéneres intrusos y atraen a las hembras. Los machos de cada especie cantan canciones parecidas que se distinguen sin problema de los cantos de otras especies (véase Marler&Nelson, 1992), con dialectos locales reconocibles dentro de cada especie (veáse King & West, 1990). Los estudios ontogénicos del trino sugieren que se desarrollan en fases (véase Maler, 1991; Nottebohm, 1991). La primera fase, llamada fase sensorial, empieza unos días después del nacimiento. Aunque los polluelos no cantan durante esta fase, graban en su memoria las canciones de los adultos que escuchan, que suelen cantar sus parientes y que más adelante guiará el desarrollo de su propio canto. Los jóvenes machos de muchas especies están genéticamente preparados para asimilar las canciones de su propia especie durante la fase sensorial. No pueden asimilar las canciones de otras especies, ni siquiera las de su propia especie, si no las han escuchado durante la fase sensorial (véase Petrinovich, 1990). Los machos que no escuchan las canciones de su propia especie a una edad temprana pueden desarrollar canciones más adelante, pero probablemente serán anormales y con sólo algunos matices reconocibles de las canciones de los ejemplares maduros de su especie. La segunda fase del desarrollo del canto del pájaro, la fase sensomotora, comienza cuando los machos jóvenes empiezan a cantar <<subcanciones>> (las canciones inmaduras de los ejemplares jóvenes), normalmente a los pocos meses de nacer. Durante esta fase, la vocalización se va refinando poco a poco hasta que se asemeja al trino de los adultos que han sido sus maestros. Es necesaria una retroalimentación auditiva para el desarrollo del canto durante la fase sensomotora. A no ser que los jóvenes se puedan escuchar a ellos mismos, sus <<subcanciones>> no se desarrollarán en trinos adultos. Sin embargo una vez haya cristalizado la canción adulta, los pájaros no necesitan escucharse para reproducir un canto normal. El efecto desestabilizante de la sordera sobre los cantos de los adultos es menos grave (Nordeen &Noorden, 1992).
          A la hora de retener las canciones en la memoria, existen dos patrones de conducta entre las especies de pájaros cantores.
          La mayoría de las especies, como los pinzones cebra y los gorriones coronados son aprendices limitados a la edad; en estas especies, una vez que las canciones adultas han cristalizado permanecen invariables durante toda su vida. Por el contrario, algunas especies son aprendices abiertos, capaces de incorporar nuevas canciones a su repertorio durante toda su vida. Por ejemplo, al final de cada temporada de apareamiento, los canarios macho entran en un período de canciones plásticas durante el cual añaden nuevas canciones al repertorio de la siguiente temporada de apareamiento. La foto muestra a los machos de los pinzones cebra o Mandarines (aprendices limitados a la edad) y de los canarios (aprendices abiertos). La Figura es una versión simplificada del circuito nervioso que controla el canto en el canario. Presenta dos componentes principales: la vía motora descendente y la vía prosencefálica anterior. La vía motora descendente baja desde el centro vocal superior que hay a cada lado del cerebro, hasta la siringe (caja de resonancia) del mismo lado y regula la producción del canto. La vía prosencefálica anterior regula el aprendizaje del canto (Doupe, 1993; Vicario, 1991). El circuito del canto de los canarios es notable en cuatro aspectos (Nottebohm, 1991).
          En primer lugar, el circuito motor descendente izquierdo desempeña un papel más importante que el derecho en el canto (equivalente al dominio del hemisferio izquierdo, regulador del lenguaje, sobre el derecho en los humanos). En segundo lugar, el centro vocal superior es cuatro veces más grande en los canarios machos que en las hembras. En tercer lugar, cada primavera, en el momento en que el macho prepara su nuevo repertorio de canciones para la seducción veraniega, las estructuras de control del canto de su cerebro duplican su tamaño y sólo vuelven a su tamaño original en el otoño.      Este crecimiento cerebral de la primavera está potenciado por los niveles elevados de testosterona que resultan del aumento de luz diurna. En cuarto lugar, el aumento estacional del tamaño de las estructuras cerebrales de control del canto se debe a la formación de nuevas neuronas, no al aumento del tamaño de las ya existentes, lo que tiene gran importancia, ya que hasta hace poco se pensaba que la formación de nuevas neuronas en vertebrados era imposible.