CONSIDERACIONES SOBRE EL SCHOCKEL
Por Mario Sánchez
El schockel es una nota polémica, se
ha escrito mucho sobre ella, a menudo copiando o traduciendo otros textos, sin
conocerla bien, y dando por válidos algunos conceptos estereotipados. No es mi propósito
seguir basándome en lo ya publicado, sino desde mi experiencia ocuparme de la
manera más objetiva posible de este giro.
Nijsten me vendió cuatro machos. Dos
de ellos tenían 10 y 13 en schockel, además de hohlklingel, y los otros dos 16
y 17 en schockel pero sin hohlklingel. Él presentó dos de estos pájaros al
Campeonato del mundo de Amiens (el de 13 y el de 17). En su casa, cuando me
enseñó la planilla del mundial, lo primero que me llamó la atención fue que no
se había puntuado este giro. Ante mi indicación me contestó: “Los ha enjuiciado
un francés y los franceses no conocen el schockel”.
Una vez en Coria, cuando los escuché
por primera vez, me impresionó la oquedad, el volumen y lo entretenido de su
canto. Yo los observaba con atención esperando ver algún tipo de sacudida del cuerpo
o movimiento espasmódico, y nada de nada, tan sólo veía movimientos en la
garganta, y a veces, no siempre, en uno de los pájaros que no tenía hohlklingel
y hacía schockel de forma más marcada y descendente, un discretísimo movimiento
de la cola.
Rápidamente pude diferenciar a dos pájaros que tenían un
hohlklingel batido, del tipo lu, lu, lu, con una dicción lingual, palatal casi
continua, que no guardaba semejanza con el hohlrollen; y otros dos que carecían
de este giro y hacían hu, hu, hu , con una marcada pausa entre cada sílaba, muy
vocales, casi sin que se oyese la h aspirada (como j) , distinguiéndose de las
flautas ligadas en que aquí la vocal sonaba más corta, y en las flautas se
alargaba más. Eso era schockel evidente; pero, ¿Cuándo lo daban los otros dos
pájaros? Me costó oírlos varias veces para comprobar que había algunas pasadas
de hu, hu, hu, de forma apretada, casi continua, y fácil de confundir con el
hohlklingel que nosotros estamos acostumbrados a escuchar, a no ser porque al
tener un hohlklingel batido, esta característica hacía diferente los dos giros.
Eso era schockel, con las pausas menos marcadas, y había que prestar mucha
atención porque se te podía pasar fácilmente.
A mi entender, en los pájaros donde el hohlklingel no es
batido y guarda una gran semejanza con el hohlrollen, puesto que ofrece las
mismas variaciones, podría pasar como un hohlklingel con la h aspirada. Pero,
en este caso, aunque pudiera ocurrir que los pájaros tuviesen dos tipos de
hohlklingel; al tratarse de otra línea de canto y dada la mayor experiencia de
los belgas en el trabajo con las notas medias, bien creo que se trata de
schockel.
Llega la temporada de cría y saco 33 pájaros, 15 machos.
Nunca he utilizado profesor, ahora dudo. A través del foro de Internet Luis
Granero da una opinión convincente, su mensaje podría resumirse así: “Los
pájaros no heredan el canto, heredan el órgano fonador, es decir, las
cualidades determinadas para un tipo de canto. Si se les pone maestro para que
oigan el schockel y tienen capacidad para darlo sin duda lo darán”. Nijsten me
dice que ponga de maestros al equipo entero. Así lo hago. A mi juicio salen
cuatro machos con schockel además de hohlklingel, uno de ellos inservible para los
concursos por su tonalidad aguda, otro roza el schockel y las flautas (añade
las consonantes s, ch) como si estuviera afónico, éste deja de hacer el tour en
cuestión a finales de Noviembre. De los otros dos uno hace auténtico hu, hu,
hu, con una marcada pausa entre cada sílaba y el otro hu, hu, hu, de forma más
apretada como los que describí anteriormente. Ninguno realiza esfuerzo
suplementario alguno al cantar este giro, no hay choque espasmódico, únicamente
se ve movimiento de garganta..
Primer concurso, tremenda expectación y primer
desencanto, el juez no ha oído schockel, al final me dice que ese giro debe
impactar y él no ha oído nada que le impacte. En el Nacional FOCDE el juez me
comenta que son flautas ligadas, el schockel es una nota de pecho y el pájaro
debe realizar movimientos espasmódicos. En el concurso de Fuenlabrada ninguno
de los jueces lo puntúa, tan sólo un prestigioso O.M.J. español, después de oír
a los pájaros en una dependencia, dice que podría ser schockel si lo marcasen
un poquito más, pero que le parecen flautas ligadas. Otro concurso, esta vez en
Zafra, al menos el juez duda, la prudencia aconseja no puntuar. En el mundial
nada de nada. Está claro que los belgas consideran el schockel atendiendo
únicamente a la composición fonética y al ritmo intermedio entre el hohlklingel
y las flautas, incluso con ritmo acelerado; mientras que en el resto de Europa
si no hay choque espasmódico no se considera, a excepción del ya fallecido juez
internacional portugués Sr. Brandao, que en su Estudio Técnico Práctico del
Canto Harz dice textualmente: “Para reforzar lo que ya atrás hemos dicho,
podemos verificar que el hohlroll, hohlklingel, schockel y flautas tienen más o
menos las mismas tonalidades y varían solamente en su contextura y en la mayor
o menor pausa entre cada sílaba”. En ningún momento dice nada de choque
espasmódico. Félix Santamaría en su Compendio de Canaricultura Roller nos habla
de la severidad característica muy peculiar en el Sr. Brandao en el momento de
juzgar y si nos fijamos con atención en los ejemplos de schockel de su
grabación, solos o acompañados de otras notas, podremos ver que este giro es
pausado y se distingue perfectamente con el oído sin necesidad de tener que
observar los movimientos del pájaro.
En la literatura vemos que existen al menos cuatro tipos
de schockel sin entrar en si son rectos, ascendentes, descendentes, de ritmo sostenido,
acelerado o desacelerado:
Uno es el de “relincho de caballo” llamado así por su
parecido con este sonido y donde parece ser que predomina la vocal i y no es
muy grato al oído.
Otro es el de “la risa” que los ingleses lo llamaban
laugh-schockel, cuya versión fonética sería ha, ha, ha.
Otro es el “de pecho”, que suena como si estuviera
alejado y con un peculiar carácter sordo y profundo, que podemos escucharlo en
la grabación de Salvador March Carnasa y también al final de la cinta de
Brandao.
Y otro es el pausado, de forma grave, hueca y profunda,
reconocido por Brandao y por los belgas, con la o y la u como vocales y la h
aspirada como consonante, sin choque espasmódico.
D. Evaristo Fratantoni en su Tratado de Canaricultura
Roller dice: “El citado giro puede presentarse en tres formas diferentes:
claramente separado, chocante y meciente”. En la actualidad en Europa existen
dos tendencias:
Por un lado la marcada por los alemanes y seguida por
casi todos que es la de los pájaros de línea hueca sin glucken, con los que se
puede alcanzar sin problemas los 90 puntos con las cuatro notas básicas. Esta
tendencia parece imponerse por el momento. Con este panorama profundamente arraigado,
apoyado además con el estándar de la
COM , y estando el límite en los 90 puntos, lo más fácil es no
reconocer el schockel si no se presenta de forma chocante y puntuar el glucken
con un cerito o a lo sumo uno o dos puntos y todo el mundo podrá ser campeón.
Por otro lado están los belgas que dan una mayor
preponderancia a las notas medias. Estos han sido capaces de cultivar el gluck
hueco, el hohlklingel batido y el schockel sin que el hohlroll y el knorr se
resientan, puntúan el glucken como se merece y no tienen dificultad en
reconocer un schockel. Entonces, si en las cuatro notas básicas sus pájaros son
tan buenos como los de la línea hueca pura ¿Cómo puntúan? Desmarcándose de la COM y pasándose de los 90
puntos. Yo mismo tengo una planilla de Nijsten con 23, 21, 15, 15, 13 en
schockel, 3 en klingelroll y 8 de impresión. Total 98. A la hora de organizar
concursos se ven cosas tan curiosas como “Premio al mejor equipo en hohl,
knorr, watertoeren, hohlklingel, flautas, schockel y glucken” algo impensable
en nuestros concursos, y por supuesto “Premio al mejor equipo en cuatro tours”.
Cada uno tiene sus gustos personales y procura criar con
aquello que disfruta. Hay quien ve la tarea más difícil en la alta calidad de
los pájaros con cuatro notas impecables y hay quien busca precisamente añadir
más notas al repertorio sin perder calidad. Todos los gustos son respetables. Espero
que este artículo contribuya a desmitificar la idea del schockel y desde luego,
me quedo con lo que dice mi buen amigo Julián Rodríguez: “Lo puntúen o no, no
afea el canto, al contrario, le da más variedad y lo hace más entretenido”.
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