Importancia de la
consanguinidad en el canario de canto.
Rik Menten.
Este histórico artículo ha llegado a mis manos
íntegramente. A pesar de los años transcurridos me parece muy interesante tanto
para los nuevos criadores como para los más veteranos.
Quiero empezar diciendo
que no tengo ninguna pretensión de imponer rigurosamente un método de cría o
dar unos consejos indiscutibles. El único objetivo de este artículo es contar
como he organizado mi cría que comencé hace cinco años.
El tercer año obtenía
cuatro canarios que obtenía el primer premio del Campeonato Mundial C.O.M de
Lisboa y en el cuarto año fui Campeón Mundial en Helmond.
Voy a exponer como
conseguí obtener estos resultados.
Cuando empecé a criar, en
1954, también empecé a estudiar, escuchar y leer a fin de aprender las primeras
nociones de canaricultura. En nuestra asociación había algunos criadores
veteranos y otros más jóvenes; siempre pude preguntar a los más veteranos
cualquier cosa en materia de cría. Además podíamos contar con la ayuda de Mr.
Van Cauwenberg que nos enseñaba el canto del canario.
Nos explicaba cómo debía
ser el canto de un buen equipo y lo que se debía eliminar: yo escuchaba siempre
con atención lo que decía el maestro más que a los mismos canarios.
La primera conclusión que
saqué fue que era necesario conocer el canto del canario para poder ser un
criador de Roller.
Consecuentemente seguí
regular y asiduamente las lecciones de canto. Pero no me limité a esto. Todos
los escritos sobre la cría y sobre el canto escritos en nuestra lengua pasaron
por mis manos; sin embargo, la búsqueda de estas obras no me proporcionaba
muchos conocimientos. Afortunadamente alguien me recomendó un libro “difícil”
sobre la cría del canario, uno que había sido escrito por el holandés Mr. Weyling.
Me puse a estudiar este libro que era verdaderamente difícil, pero fui
constante y perseverante y ahora puedo decir que no me arrepiento de haber
profundizado en sus teorías.
En febrero de 1955, me
dirigí a un criador holandés para que me proporcionase ejemplares para la cría,
concretamente dos machos y nueve hembras. Yo no hice la elección, sino que dejé
al criador en completa libertad para que el los eligiese. La experiencia y la
honestidad del criador enseguida quedaron ampliamente probadas por los
resultados obtenidos.
En marzo comencé la cría
aplicando las teorías de Weyling basadas en una cría por líneas paralelas.
Durante el primer año
tuve éxitos y fracasos. Por una parte ejemplares excelentes, y por otra
ejemplares mediocres e incluso malos. Crie 49 canarios, de los que 19 fueron
machos; seis eran buenos cantores de concurso con 7 en Hoholrollen, 5 en
Hohlklingel, pero sin Glucken; de estos 6 machos guarde 4 para criar en la
temporada siguiente, y a las medio hermanas por parte de padre. También guardé
las parejas que me habían dado los mejores cantores en 1955.
En 1956 crie 96 canarios
de los que 46 fueron machos, casi todos con un canto similar.
Yo concursaba
frecuentemente en la clase A; obtuve en Lisbonne un primer premio con 9 puntos menos
que el Campeón Mundial.
En este momento me
preguntaba si podía continuar con este método sin caer en la aparición de taras
y degeneraciones. Muchos aficionados me hablaban del peligro de los mismos y me
hacían dudar. Sin embargo, yo quería comprobar la exactitud de las teorías de
Mr. Weyling.
En materia de continuidad
en la cría mediante apareamientos paralelos, es decir consanguíneos, Weyling tiene
en cuenta un punto muy importante que es necesario evitar “la selección
negativa”. No basta con mantener lo que es bueno a efectos del canto, es
necesario eliminar los que es malo en el aspecto físico, es decir, de la salud.
Un cantor excelente que no tenga una salud perfecta al 100% no es adecuado para
la reproducción; podrá ser utilizado como maestro de canto, pero no como
reproductor.
Aplicando rigurosamente
esta regla durante tres años y no he tenido casos serios de degeneración. Todos
mis F3 proceden de cruces entre medio hermanos y hermanos.
El stam que fue campeón
mundial en Helmond estaba formado por medio hermanos. Ese año había sacado 164
machos de 22 hembras y en 1958 ha continuado aplicando el mismo sistema.
Los puntos más
importantes que el criador debe tener en cuenta son los siguientes: Para criar siempre he
elegido ejemplares que tuviesen el canto lo más parecido posible. No digo los
mejores cantores, sino aquellos que tienen las mismas melodías, cantadas en el
mismo orden. Entre las hembras yo escojo aquellas de las que he obtenido más machos
que tengan la misma canción.
He utilizado siempre
medio hermanos, y a veces hermanos, para emparejarlos con un medio hermano del
mismo padre.
Echaba un macho con un
gran número de hembras para obtener uniformidad del canto. Este año he sacado
145 pequeños de 6 machos; dos de los cuales me ha dado cada uno 34 canarios.
Respecto a la
alimentación yo doy siempre la misma comida a las mismas horas; solo empleo los
mejores alimentos.
Con el fin de cuidar el
canto profundo, les doy a los canarios pasta al huevo y con el fin de aumentar
la dulzura del canto utilizo la grasa de oveja.
En fin, después de 3 años
de cría, estoy convencido de poder obtener mucho más de mis canarios. Siempre
tuve una marcada preferencia por los cantores particularmente profundos.
En 1958 yo tenía buenos
cantores con excelente Hohlrollen y un Hohlklingel de tipo ascendente. Para la
reproducción me serví de estos ejemplares pero hice la selección para eliminar
ese tipo de Hohlklingel. Después de dos años conseguí ese objetivo. Hoy en día
sigo trabajando en mantener y mejorar la calidad de mis canarios.
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