viernes, 24 de febrero de 2017

Importancia de la consanguinidad en el canario de canto.
Rik Menten.
            Este histórico artículo ha llegado a mis manos íntegramente. A pesar de los años transcurridos me parece muy interesante tanto para los nuevos criadores como para los más veteranos.
Quiero empezar diciendo que no tengo ninguna pretensión de imponer rigurosamente un método de cría o dar unos consejos indiscutibles. El único objetivo de este artículo es contar como he organizado mi cría que comencé hace cinco años.
           El tercer año obtenía cuatro canarios que obtenía el primer premio del Campeonato Mundial C.O.M de Lisboa y en el cuarto año fui Campeón Mundial en Helmond.
Voy a exponer como conseguí obtener estos resultados.
Cuando empecé a criar, en 1954, también empecé a estudiar, escuchar y leer a fin de aprender las primeras nociones de canaricultura. En nuestra asociación había algunos criadores veteranos y otros más jóvenes; siempre pude preguntar a los más veteranos cualquier cosa en materia de cría. Además podíamos contar con la ayuda de Mr. Van Cauwenberg que nos enseñaba el canto del canario.
Nos explicaba cómo debía ser el canto de un buen equipo y lo que se debía eliminar: yo escuchaba siempre con atención lo que decía el maestro más que a los mismos canarios.
La primera conclusión que saqué fue que era necesario conocer el canto del canario para poder ser un criador de Roller.
Consecuentemente seguí regular y asiduamente las lecciones de canto. Pero no me limité a esto. Todos los escritos sobre la cría y sobre el canto escritos en nuestra lengua pasaron por mis manos; sin embargo, la búsqueda de estas obras no me proporcionaba muchos conocimientos. Afortunadamente alguien me recomendó un libro “difícil” sobre la cría del canario, uno que había sido escrito por el holandés Mr. Weyling. Me puse a estudiar este libro que era verdaderamente difícil, pero fui constante y perseverante y ahora puedo decir que no me arrepiento de haber profundizado en sus teorías.
En febrero de 1955, me dirigí a un criador holandés para que me proporcionase ejemplares para la cría, concretamente dos machos y nueve hembras. Yo no hice la elección, sino que dejé al criador en completa libertad para que el los eligiese. La experiencia y la honestidad del criador enseguida quedaron ampliamente probadas por los resultados obtenidos.
En marzo comencé la cría aplicando las teorías de Weyling basadas en una cría por líneas paralelas.
Durante el primer año tuve éxitos y fracasos. Por una parte ejemplares excelentes, y por otra ejemplares mediocres e incluso malos. Crie 49 canarios, de los que 19 fueron machos; seis eran buenos cantores de concurso con 7 en Hoholrollen, 5 en Hohlklingel, pero sin Glucken; de estos 6 machos guarde 4 para criar en la temporada siguiente, y a las medio hermanas por parte de padre. También guardé las parejas que me habían dado los mejores cantores en 1955.
En 1956 crie 96 canarios de los que 46 fueron machos, casi todos con un canto similar.
Yo concursaba frecuentemente en la clase A; obtuve en Lisbonne un primer premio con 9 puntos menos que el Campeón Mundial.
En este momento me preguntaba si podía continuar con este método sin caer en la aparición de taras y degeneraciones. Muchos aficionados me hablaban del peligro de los mismos y me hacían dudar. Sin embargo, yo quería comprobar la exactitud de las teorías de Mr. Weyling.
En materia de continuidad en la cría mediante apareamientos paralelos, es decir consanguíneos, Weyling tiene en cuenta un punto muy importante que es necesario evitar “la selección negativa”. No basta con mantener lo que es bueno a efectos del canto, es necesario eliminar los que es malo en el aspecto físico, es decir, de la salud. Un cantor excelente que no tenga una salud perfecta al 100% no es adecuado para la reproducción; podrá ser utilizado como maestro de canto, pero no como reproductor.
          Aplicando rigurosamente esta regla durante tres años y no he tenido casos serios de degeneración. Todos mis F3 proceden de cruces entre medio hermanos y hermanos.
           El stam que fue campeón mundial en Helmond estaba formado por medio hermanos. Ese año había sacado 164 machos de 22 hembras y en 1958 ha continuado aplicando el mismo sistema.
Los puntos más importantes que el criador debe tener en cuenta son los siguientes: Para criar siempre he elegido ejemplares que tuviesen el canto lo más parecido posible. No digo los mejores cantores, sino aquellos que tienen las mismas melodías, cantadas en el mismo orden. Entre las hembras yo escojo aquellas de las que he obtenido más machos que tengan la misma canción.
He utilizado siempre medio hermanos, y a veces hermanos, para emparejarlos con un medio hermano del mismo padre.
Echaba un macho con un gran número de hembras para obtener uniformidad del canto. Este año he sacado 145 pequeños de 6 machos; dos de los cuales me ha dado cada uno 34 canarios.
Respecto a la alimentación yo doy siempre la misma comida a las mismas horas; solo empleo los mejores alimentos.
Con el fin de cuidar el canto profundo, les doy a los canarios pasta al huevo y con el fin de aumentar la dulzura del canto utilizo la grasa de oveja.
En fin, después de 3 años de cría, estoy convencido de poder obtener mucho más de mis canarios. Siempre tuve una marcada preferencia por los cantores particularmente profundos.
En 1958 yo tenía buenos cantores con excelente Hohlrollen y un Hohlklingel de tipo ascendente. Para la reproducción me serví de estos ejemplares pero hice la selección para eliminar ese tipo de Hohlklingel. Después de dos años conseguí ese objetivo. Hoy en día sigo trabajando en mantener y mejorar la calidad de mis canarios.


No hay comentarios:

Publicar un comentario