viernes, 10 de abril de 2015

¿Existe un secreto en la cría del Harz?- 3ª parte.
Artículo de G. Mignone aparecido en  1969 en la revista Ornitofilia.

        Hemos de señalar al lector, una vez más que debe interpretar exactamente las estadísticas (que son simplemente los resultados de la cría), a fin de que no caiga fatalmente, al apartarse de esos datos, en un trabajo selectivo o de selección unilateral, determinado por puntos de vista particulares, aconsejado por gustos igualmente personales o preferencias igualmente insostenibles.
            Esto podría ser motivo, sobre todo en los principiantes, de numerosas interpretaciones sobre la forma de seleccionar el canto del canario del Harz y conducir a juicios solamente aproximados.
            Una puesta a punto racional y objetiva de los resultados generales de los criaderos, tomados en su conjunto (o estadísticas), unidos a un claro conocimiento de la genética, pueden llevar únicamente así a resultados concretos y por completo correspondientes a la realidad.
            Esta nos parece una explicación satisfactoria sobre los planteles alemanes actuales. De esta forma, se pueden valorar las dificultades y posibilidades, en el orden selectivo, por parte del criador.
            Desgraciadamente al final de estos cálculos estadísticos y de estas discusiones, igualmente fecundas y apasionadas sobre los problemas selectivos del Harz moderno, se termina por constatar que existe aún otro lado aparentemente infranqueable entre la prospección y el momento selectivo, particularmente por parte de los criadores y jueces alemanes, con respecto al Schockel y al Glucken, en consecuencia, todo sigue igual, o mejor dicho, no sigue de ninguna forma , al igual que antes, y no se presentan ni perspectivas ni ideas, cuando muchos (incluidos los alemanes) empiezan a experimentar un sentimiento de límite alcanzado e insuperable, lo cual representa un obstáculo psicológico grave e indeseable para cualquier programa nuevo y concreto: en cuanto a nosotros creemos que ello no anima nada a los jóvenes “harzistas”.
            He aquí por qué deseamos que a las asambleas internacionales de jueces sigan pronto los primeros ensayos selectivos, incluso modestos, para el enriquecimiento de posibles giros de canto, liberados posiblemente de excesivas concesiones a una inmovilidad que se halla hoy muy extendida en esta materia. Esto también, y seguramente sobre todo, entre los principales dirigentes alemanes que deberían ser los primeros en atenerse firmemente a las novedades, apuntando soluciones que respeten, en primer lugar, el conocimiento unitario y global del problema selectivos, reclamado de todas partes con persuasivas argumentaciones.
            Ya hemos tratado con anterioridad las opiniones de nuestros colegas de lengua alemana “Si desea poseer cantores puros, reduzcan el repertorio de sus troncos o estirpes y no fije más que pocas melodías cantadas de forma verdaderamente perfecta”.
            Este razonamiento es justo solo hasta cierto punto: es como si se quisiera disminuir el ruido del motor de un avión, reduciendo el número de revoluciones. Naturalmente, la cosa iría bastante bien y el avión volaría lentamente; no obstante, pronto llegaría el momento en que no pudiera sostenerse por más tiempo en el aire: a pequeña velocidad el avión aun puede rodar por la pista pero nada más.
            En la selección de cantores, así como en el color y en la forma, el menor inconveniente debe ser siempre elevado, so pena de decadencia del sector de que se trate. La utilidad de la selección no es exactamente proporcional al esfuerzo realizado. El aficionado, o la asociación, no queriendo salirse de los esquemas fijos y limitados, puede a lo sumo, caminar sobre senderos “trillados”, por ello les será muy difícil elevarse a más altura y obtener algo verdaderamente nuevo y original.
            ¿Cómo explicar, si no, el espléndido desarrollo del color; la excelente postura, dentro de los canarios de forma, es decir, de las razas inglesas; e incluso del mismo Malinois?
            Si en las asambleas de jueces de canto no nos rendimos cuenta de estos problemas y no realizamos un continuo esfuerzo para mantener en alto el interés hacia los cantores del Harz, iremos peor cada vez ¿Por qué tantos aficionados han sustituido el Harzer por el Malinois?
            Para los aficionados al Harzer  esto constituye un motivo de preocupación general.

            ENIGMAS PENDIENTES.
            Vamos a hablar un poco de las melodías Glucken, Schockeln y Wasser.
            Presentan sin duda dificultades de selección, pero hay que añadir que, simplemente como melodías facultativas, estas enriquecen el canto del Harzer, siempre que su tono y estructura sean perfectas, de igual forma que los mejores Holhklingeln, y los mejores Pfeifen.
            Particularmente, si después de un Knorre algo corto, se presentan Glucken de igual tono y si una buena Sockel es seguida por Pfeifen profundos, constituyendo todo ello lo mejor que se puede escuchar en un cantor Harzer.
            Para los que poseen cantores profundos y cantores Glucken o Wasserglucken, es conveniente que practiquen la cría y el aprendizaje por separado.
            Los criadores alemanes del grupo D.K.B (que es el que cuenta con mayor número de miembros) se rebajan a la cría del Pfeifen para compensar el canto del canario del Harz: en efecto, los Pfiefen son más fáciles de obtener y degeneran menos que los Glucken y los Wasser. ¿Por qué? Si se presentan o aparecen defectos en los  planteles de Glucken y Wasser, el motivo hay que buscarlo sobre todo en una selección excesiva y demasiado inclinada a la consanguinidad, es decir a acoplamientos entre sujetos pertenecientes todos ellos al mismo plantel. A nuestro parecer nos parece necesario  que para estos planteles, el criador se preocupe más en el aprendizaje que en los emparejamientos. Por otra parte, también es necesario introducir en estos planteles, a intervalos de tiempo menos largos que para los Hohl, ejemplares nuevos.
            Prolongar los acoplamientos con fines selectivos y de pureza, cosa que se hace en exceso hoy en día con respecto a los Hohlstamm, con el propósito de obtener un canto cada vez más puro, perjudicaría a los Glucken y Wasser en lugar de mejorarlos, pues éstos perderían algunas buenas notas y el ritmo de otras sería deformado; de todas formas el canto perdería en sonoridad, cosa que es y  fue muy importante en los famosos Wassserstamm de Volkmann y otros, que deben poseer tonos bien señalados, límpidos y netos.
            Si los aficionados cultivadores del canto Harzer se decidieran a reconstruir troncos de Wasserglucken  - lo que no es muy difícil – sería ciertamente hermoso, interesante y desacostumbrado en nuestros días, pero tendrían que hallarse plenamente convencidos de que es necesario realizar acoplamientos y crear una escuela que necesitan una mayor inversión de tiempo, pero que resultan también más provechosos que los actuales, que son dirigidos únicamente hacia los Hohl.
            No creemos conveniente dar aquí principio a una discusión sobre las reformas del estándar, a pesar de que sean tan necesarias y vitales para el Harzer, después de las de Kassel en 1922 y las de Udine en 1959, reformas que otros serían capaces de emprender con mayor competencia técnica; no obstante quisiéramos añadir alguna otra cosa.
            La razón profunda del éxito para los criadores que cultivan el Harzer no es solamente conocer el canto tanto como puede y debe conocerlo un juez (si con esto fuera suficiente, todos los jueces no serían tales, sino que se convertirían en criadores primero y en campeones después); por el contrario, la razón es la que fue expuesta en 1876 por Otto Brandner en un interesante artículo de la revista “Kanaria” en la que se sostiene con razón que solamente quien procure tener buen oído podrá obtener buenos resultados con este cantor.
            Hoy se pretende que ya no es posible cultivar al lado de los Hohlroll, los más hermosos Glucken tan como se hacía a principios de siglo (se refiere al siglo XX). Esta pretensión no se halla bien fundada. He podido escuchar algunos Glucken profundos de 4 – 5 puntos que en cuanto a sonoridad y tono muy bien podrían sustituir a los mejores Pfeifen actuales.
            Estas observaciones demuestran que las opciones selectivas actuales no son todas las posibles y que en la actualidad solo se ha seguido alguna muy concreta olvidando otras. 

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