¿Existe un secreto en
la cría del Harz?- 3ª parte.
Artículo de G. Mignone aparecido en 1969 en la revista Ornitofilia.
Hemos de señalar al lector, una
vez más que debe interpretar exactamente las estadísticas (que son simplemente
los resultados de la cría), a fin de que no caiga fatalmente, al apartarse de
esos datos, en un trabajo selectivo o de selección unilateral, determinado por
puntos de vista particulares, aconsejado por gustos igualmente personales o
preferencias igualmente insostenibles.
Esto
podría ser motivo, sobre todo en los principiantes, de numerosas
interpretaciones sobre la forma de seleccionar el canto del canario del Harz y
conducir a juicios solamente aproximados.
Una
puesta a punto racional y objetiva de los resultados generales de los
criaderos, tomados en su conjunto (o estadísticas), unidos a un claro
conocimiento de la genética, pueden llevar únicamente así a resultados
concretos y por completo correspondientes a la realidad.
Esta
nos parece una explicación satisfactoria sobre los planteles alemanes actuales.
De esta forma, se pueden valorar las dificultades y posibilidades, en el orden
selectivo, por parte del criador.
Desgraciadamente
al final de estos cálculos estadísticos y de estas discusiones, igualmente
fecundas y apasionadas sobre los problemas selectivos del Harz moderno, se
termina por constatar que existe aún otro lado aparentemente infranqueable
entre la prospección y el momento selectivo, particularmente por parte de los
criadores y jueces alemanes, con respecto al Schockel y al Glucken, en
consecuencia, todo sigue igual, o mejor dicho, no sigue de ninguna forma , al
igual que antes, y no se presentan ni perspectivas ni ideas, cuando muchos
(incluidos los alemanes) empiezan a experimentar un sentimiento de límite
alcanzado e insuperable, lo cual representa un obstáculo psicológico grave e
indeseable para cualquier programa nuevo y concreto: en cuanto a nosotros
creemos que ello no anima nada a los jóvenes “harzistas”.
He
aquí por qué deseamos que a las asambleas internacionales de jueces sigan
pronto los primeros ensayos selectivos, incluso modestos, para el
enriquecimiento de posibles giros de canto, liberados posiblemente de excesivas
concesiones a una inmovilidad que se halla hoy muy extendida en esta materia.
Esto también, y seguramente sobre todo, entre los principales dirigentes
alemanes que deberían ser los primeros en atenerse firmemente a las novedades,
apuntando soluciones que respeten, en primer lugar, el conocimiento unitario y
global del problema selectivos, reclamado de todas partes con persuasivas
argumentaciones.
Ya
hemos tratado con anterioridad las opiniones de nuestros colegas de lengua
alemana “Si desea poseer cantores puros, reduzcan el repertorio de sus troncos
o estirpes y no fije más que pocas melodías cantadas de forma verdaderamente
perfecta”.
Este
razonamiento es justo solo hasta cierto punto: es como si se quisiera disminuir
el ruido del motor de un avión, reduciendo el número de revoluciones.
Naturalmente, la cosa iría bastante bien y el avión volaría lentamente; no
obstante, pronto llegaría el momento en que no pudiera sostenerse por más
tiempo en el aire: a pequeña velocidad el avión aun puede rodar por la pista
pero nada más.
En
la selección de cantores, así como en el color y en la forma, el menor
inconveniente debe ser siempre elevado, so pena de decadencia del sector de que
se trate. La utilidad de la selección no es exactamente proporcional al
esfuerzo realizado. El aficionado, o la asociación, no queriendo salirse de los
esquemas fijos y limitados, puede a lo sumo, caminar sobre senderos
“trillados”, por ello les será muy difícil elevarse a más altura y obtener algo
verdaderamente nuevo y original.
¿Cómo
explicar, si no, el espléndido desarrollo del color; la excelente postura,
dentro de los canarios de forma, es decir, de las razas inglesas; e incluso del
mismo Malinois?
Si
en las asambleas de jueces de canto no nos rendimos cuenta de estos problemas y
no realizamos un continuo esfuerzo para mantener en alto el interés hacia los
cantores del Harz, iremos peor cada vez ¿Por qué tantos aficionados han
sustituido el Harzer por el Malinois?
Para
los aficionados al Harzer esto
constituye un motivo de preocupación general.
ENIGMAS
PENDIENTES.
Vamos
a hablar un poco de las melodías Glucken, Schockeln y Wasser.
Presentan
sin duda dificultades de selección, pero hay que añadir que, simplemente como
melodías facultativas, estas enriquecen el canto del Harzer, siempre que su
tono y estructura sean perfectas, de igual forma que los mejores Holhklingeln,
y los mejores Pfeifen.
Particularmente,
si después de un Knorre algo corto, se presentan Glucken de igual tono y si una
buena Sockel es seguida por Pfeifen profundos, constituyendo todo ello lo mejor
que se puede escuchar en un cantor Harzer.
Para
los que poseen cantores profundos y cantores Glucken o Wasserglucken, es
conveniente que practiquen la cría y el aprendizaje por separado.
Los
criadores alemanes del grupo D.K.B (que es el que cuenta con mayor número de
miembros) se rebajan a la cría del Pfeifen para compensar el canto del canario
del Harz: en efecto, los Pfiefen son más fáciles de obtener y degeneran menos
que los Glucken y los Wasser. ¿Por qué? Si se presentan o aparecen defectos en
los planteles de Glucken y Wasser, el
motivo hay que buscarlo sobre todo en una selección excesiva y demasiado
inclinada a la consanguinidad, es decir a acoplamientos entre sujetos
pertenecientes todos ellos al mismo plantel. A nuestro parecer nos parece necesario que para estos planteles, el criador se
preocupe más en el aprendizaje que en los emparejamientos. Por otra parte,
también es necesario introducir en estos planteles, a intervalos de tiempo
menos largos que para los Hohl, ejemplares nuevos.
Prolongar
los acoplamientos con fines selectivos y de pureza, cosa que se hace en exceso
hoy en día con respecto a los Hohlstamm, con el propósito de obtener un canto
cada vez más puro, perjudicaría a los Glucken y Wasser en lugar de mejorarlos,
pues éstos perderían algunas buenas notas y el ritmo de otras sería deformado;
de todas formas el canto perdería en sonoridad, cosa que es y fue muy importante en los famosos
Wassserstamm de Volkmann y otros, que deben poseer tonos bien señalados,
límpidos y netos.
Si
los aficionados cultivadores del canto Harzer se decidieran a reconstruir
troncos de Wasserglucken - lo que no es
muy difícil – sería ciertamente hermoso, interesante y desacostumbrado en
nuestros días, pero tendrían que hallarse plenamente convencidos de que es
necesario realizar acoplamientos y crear una escuela que necesitan una mayor
inversión de tiempo, pero que resultan también más provechosos que los
actuales, que son dirigidos únicamente hacia los Hohl.
No
creemos conveniente dar aquí principio a una discusión sobre las reformas del
estándar, a pesar de que sean tan necesarias y vitales para el Harzer, después
de las de Kassel en 1922 y las de Udine en 1959, reformas que otros serían
capaces de emprender con mayor competencia técnica; no obstante quisiéramos
añadir alguna otra cosa.
La
razón profunda del éxito para los criadores que cultivan el Harzer no es
solamente conocer el canto tanto como
puede y debe conocerlo un juez (si con esto fuera suficiente, todos los
jueces no serían tales, sino que se convertirían en criadores primero y en
campeones después); por el contrario, la razón es la que fue expuesta en 1876
por Otto Brandner en un interesante artículo de la revista “Kanaria” en la que
se sostiene con razón que solamente quien procure tener buen oído podrá obtener
buenos resultados con este cantor.
Hoy
se pretende que ya no es posible cultivar al lado de los Hohlroll, los más
hermosos Glucken tan como se hacía a principios de siglo (se refiere al siglo
XX). Esta pretensión no se halla bien fundada. He podido escuchar algunos
Glucken profundos de 4 – 5 puntos que en cuanto a sonoridad y tono muy bien
podrían sustituir a los mejores Pfeifen actuales.
Estas
observaciones demuestran que las opciones selectivas actuales no son todas las
posibles y que en la actualidad solo se ha seguido alguna muy concreta
olvidando otras.
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